Me has recordado, Lara, a un individuo con quien estuve hace poco. Me discutía el racismo en nuestro entorno hasta cuando le dije que si el porcentaje de migrantes es del 23% y no hay racismo, ¿dónde están en los puestos directivos, en el funcionariado, en los medios y en la calle? Pues hasta que no haya esa representatividad del 23%, será que seguimos oprimiendo... Con la discapacidad igual. Un abrazo.
Creo que es tremendamente importante insistir de forma continua en todo esto. Normalizar / visibilizar la diversidad es esencial para que, en algún momento, toda esa gente diversa reciba un trato equitativo. Me gusta mucho la parte que has tomado del hilo de Ugo, ya que creo que representa la esencia del problema. Todos somos personas con nuestras circunstancias y particularidades, pero en general la mayoría tenemos la suerte de vivir una vida semejante y está bien centrarse en eso, en que a pesar de la diversidad, a todos nos gusta tomar un café, echar pestes del trabajo o cotillear sobre la obra que están haciendo en la calle de al lado.
También al hilo: justo hace 3 meses conseguimos en la familia convencer a mi madre para que se pusiera audífonos después de más de 20 años necesitándolos, y ahora está más feliz que una perdiz. Es fascinante cómo el miedo al rechazo y a lo que pensaran los demás hizo que estuviera tantos años con un problema que se podía haber paliado mucho antes. Quizá más visibilidad le habría ayudado algo.
Me alegro mucho de que hayáis conseguido que se los ponga porque, por lo que tengo entendido, es bastante frecuente que los mayores sean los que más rechazo tienen por llevarlo. Es también parte del prejuicio que existe, el de que si estás medio sordo es porque eres mayor, ergo, si de repente los necesitas... Parte de la soledad que comentaba, pero que no he desarrollado porque es largo, va por ahí, por el estar en un centro de audífonos y ver que toda la publicidad estaba enfocada a mayores y con mensajes relativos al envejecimiento. No me extraña que lo rechacen. Hay que conseguir poco a poco que los hipoacúsicos seamos como los de la presbicia, que te reciben en su club cuando de repente te cambian las gafas :D
Puedo decir que del millón (cifra aproximada) de personas con problemas visuales que hay en España, tan solo el 7% son los afiliados a la ONCE o vulgarmente conocidos como "ciegos legales". Es decir que tienen sus ayudas y derechos reconocidos.
En mi familia la ceguera y la sordera están presentes y convivir con ello te hace prestar mayor atención al mundo en el que te mueves.
Yo tengo la impresión de que no es mayoritaria la opinión de que la aparición debe tener un motivo relacionado con la discapacidad. Pero puedo estar equivocado. Creo que es cada vez más habitual que haya personas de todo tipo en las series y que no tenga que ver con el argumento de la misma. Poner ejemplos es muy tonto, porque seguro que encontramos contraejemplos, pero por poner una serie que estoy viendo ahora. En Slow Horses, una de las protas tiene una deformidad en las manos (una de las agentes), otra va en silla de ruedas (la del archivo), y más allá de las discapacidades, el protagonista principal tiene serios problemas con la bebida, y su secretaria es ex-alcohólica.
Creo que cada vez es más normal ver en series a gente normal, con o sin discapacidad, que pueden ser feos, guapos, gordos, flacos, con problemas o sin ellos. Más realistas.
Recuerdo que de niño una cosa que me llamaba la atención mucho en las series y películas es que no salían los familiares de los protas. Es decir, que no llamaban a su madre, que no tenían que llevar al hijo al cole... Era como si fueran todos huérfanos y sin familia. No conozco a los padres del equipo A ni al de James Bond. Esto es algo que también ha ido cambiando con los años.
Creo que el problema de fondo en ambos casos tiene que ver con la (mala) simplificación de la historia.
Toda la razón, aunque no va tanto sobre lo que sea mayoritario o no sino, como siempre, lo que se ve. Y lo que se ve muchas veces es la polémica sobre "la inclusión forzada". Desde el punto de vista de alquien con discapacidad es importante hablar del tema incluso cuando haya avances, porque hay contraejemplos y porque, por desgracia, todo siempre está sujeto a posibles retrocesos.
Así es, muy de acuerdo contigo y con Ugo. La inclusividad pasa por naturalizar cualquier condición, circunstancia o característica de la persona y que esa característica no sea el foco de atención. Por ejemplo, llevo años queriendo ver a mujeres en sagas de fantasía haciendo lo mismo que los hombres (siendo soldados, monarcas, mercaderes...) sin que nadie se plantee que estan haciendo nada especial o fuera de lo comun para su género. La fantasía se excusa en que está ambientada en la época medieval, pero creo que podríamos empezar a inspirarla en otras épocas o desligarnos completamente de la historia y atrevernos a contar historias más relevantes para las personas del siglo XXI. un abrazo! 💙 M.
Lo de la fantasía y las mujeres es una cosa bastante terrible, no consumo mucha fantasía, pero sí tengo amigas que lo hacen y las quejas sobre la representación femenina (así como sucede en videojuegos) son ya tan clamorosas que me asombra que siga habiendo personajes tan estereotipados y sexualizados. Pero sí, es como lo de la discapacidad, habrá que seguir quejándose mientras no haya un cambio de verdad. ¡Gracias por comentar! :)
Me has recordado, Lara, a un individuo con quien estuve hace poco. Me discutía el racismo en nuestro entorno hasta cuando le dije que si el porcentaje de migrantes es del 23% y no hay racismo, ¿dónde están en los puestos directivos, en el funcionariado, en los medios y en la calle? Pues hasta que no haya esa representatividad del 23%, será que seguimos oprimiendo... Con la discapacidad igual. Un abrazo.
Gracias por este artículo.
Creo que es tremendamente importante insistir de forma continua en todo esto. Normalizar / visibilizar la diversidad es esencial para que, en algún momento, toda esa gente diversa reciba un trato equitativo. Me gusta mucho la parte que has tomado del hilo de Ugo, ya que creo que representa la esencia del problema. Todos somos personas con nuestras circunstancias y particularidades, pero en general la mayoría tenemos la suerte de vivir una vida semejante y está bien centrarse en eso, en que a pesar de la diversidad, a todos nos gusta tomar un café, echar pestes del trabajo o cotillear sobre la obra que están haciendo en la calle de al lado.
También al hilo: justo hace 3 meses conseguimos en la familia convencer a mi madre para que se pusiera audífonos después de más de 20 años necesitándolos, y ahora está más feliz que una perdiz. Es fascinante cómo el miedo al rechazo y a lo que pensaran los demás hizo que estuviera tantos años con un problema que se podía haber paliado mucho antes. Quizá más visibilidad le habría ayudado algo.
Me alegro mucho de que hayáis conseguido que se los ponga porque, por lo que tengo entendido, es bastante frecuente que los mayores sean los que más rechazo tienen por llevarlo. Es también parte del prejuicio que existe, el de que si estás medio sordo es porque eres mayor, ergo, si de repente los necesitas... Parte de la soledad que comentaba, pero que no he desarrollado porque es largo, va por ahí, por el estar en un centro de audífonos y ver que toda la publicidad estaba enfocada a mayores y con mensajes relativos al envejecimiento. No me extraña que lo rechacen. Hay que conseguir poco a poco que los hipoacúsicos seamos como los de la presbicia, que te reciben en su club cuando de repente te cambian las gafas :D
Puedo decir que del millón (cifra aproximada) de personas con problemas visuales que hay en España, tan solo el 7% son los afiliados a la ONCE o vulgarmente conocidos como "ciegos legales". Es decir que tienen sus ayudas y derechos reconocidos.
En mi familia la ceguera y la sordera están presentes y convivir con ello te hace prestar mayor atención al mundo en el que te mueves.
Yo tengo la impresión de que no es mayoritaria la opinión de que la aparición debe tener un motivo relacionado con la discapacidad. Pero puedo estar equivocado. Creo que es cada vez más habitual que haya personas de todo tipo en las series y que no tenga que ver con el argumento de la misma. Poner ejemplos es muy tonto, porque seguro que encontramos contraejemplos, pero por poner una serie que estoy viendo ahora. En Slow Horses, una de las protas tiene una deformidad en las manos (una de las agentes), otra va en silla de ruedas (la del archivo), y más allá de las discapacidades, el protagonista principal tiene serios problemas con la bebida, y su secretaria es ex-alcohólica.
Creo que cada vez es más normal ver en series a gente normal, con o sin discapacidad, que pueden ser feos, guapos, gordos, flacos, con problemas o sin ellos. Más realistas.
Recuerdo que de niño una cosa que me llamaba la atención mucho en las series y películas es que no salían los familiares de los protas. Es decir, que no llamaban a su madre, que no tenían que llevar al hijo al cole... Era como si fueran todos huérfanos y sin familia. No conozco a los padres del equipo A ni al de James Bond. Esto es algo que también ha ido cambiando con los años.
Creo que el problema de fondo en ambos casos tiene que ver con la (mala) simplificación de la historia.
Toda la razón, aunque no va tanto sobre lo que sea mayoritario o no sino, como siempre, lo que se ve. Y lo que se ve muchas veces es la polémica sobre "la inclusión forzada". Desde el punto de vista de alquien con discapacidad es importante hablar del tema incluso cuando haya avances, porque hay contraejemplos y porque, por desgracia, todo siempre está sujeto a posibles retrocesos.
Así es, muy de acuerdo contigo y con Ugo. La inclusividad pasa por naturalizar cualquier condición, circunstancia o característica de la persona y que esa característica no sea el foco de atención. Por ejemplo, llevo años queriendo ver a mujeres en sagas de fantasía haciendo lo mismo que los hombres (siendo soldados, monarcas, mercaderes...) sin que nadie se plantee que estan haciendo nada especial o fuera de lo comun para su género. La fantasía se excusa en que está ambientada en la época medieval, pero creo que podríamos empezar a inspirarla en otras épocas o desligarnos completamente de la historia y atrevernos a contar historias más relevantes para las personas del siglo XXI. un abrazo! 💙 M.
Lo de la fantasía y las mujeres es una cosa bastante terrible, no consumo mucha fantasía, pero sí tengo amigas que lo hacen y las quejas sobre la representación femenina (así como sucede en videojuegos) son ya tan clamorosas que me asombra que siga habiendo personajes tan estereotipados y sexualizados. Pero sí, es como lo de la discapacidad, habrá que seguir quejándose mientras no haya un cambio de verdad. ¡Gracias por comentar! :)